En la última edición de “Imagen del Poder”, el monitor de aprobación presidencial en América Latina de Directorio Legislativo, solo dos presidentes están por arriba del 50% de aprobación. Por un lado, está Andrés Manuel López Obrador que al cumplirse el quinto año de su mandato parece tener un respaldo del 61%. Por otro lado, le sigue Lula Da Silva que logró un leve repunte, llegando así al 56%. Gustavo Petro cierra su primer año de gobierno con apenas 36% de aprobación y una gestión muy castigada por la ciudadanía y la clase política.
La aprobación media regional volvió a ubicarse en niveles bajos, apenas el 37%. «Este porcentaje contiene a presidentes que tocaron fondo y allí se estabilizaron, como Alberto Fernández o Guillermo Lasso, ambos transitando sus últimos meses de gobierno. Algunos pocos han logrado desacelerar la caída. Es el caso de Gabriel Boric que desde hace un año se mantiene en el orden del 30% (+/-2)», expresa el informe.
Según los datos del último Latinobarómetro 2023, casi 7 de cada 10 personas creen que la democracia es la mejor forma de gobierno, pero también están insatisfechos con su funcionamiento. Esto da aire para el surgimiento de regímenes híbridos o “autoritarismos competitivos”.
La mitad de los países de la región cuenta en su haber con ex-presidentes procesados por la justicia (unos 25). La corrupción daña directamente la percepción de la democracia. Sin embargo también está el caso de dirigentes que han logrado conservar su ascendiente más allá de su historial.
Con una aprobación del apenas el 28%, los partidos políticos están teniendo grandes dificultades para representar y canalizar los intereses ciudadanos. Este es un fenómeno de extrema complejidad que ha favorecido la aparición de figuras «antisistémicas».
