Por Pedro Alonso
Un grupo de simpatizantes y dizque fundadores de Morena, se dicen indignados, porque no se les ha tomado en cuenta, y es que sólo han cosechado lo que han sembrado, y por ello, es que no representan ni a la sociedad ni un grupo consolidado.
La historia de una tal Yadira que se dice coordinadora del grupo, “su poder”, se debe que fue por churro, por suerte; pues sólo se le nombró como el enlace del grupo que en la pasada elección se la jugó con Miguel Barbosa.
Si bien supo aprovechar esa posición de enlace, más no de liderazgo, y tras el triunfo de Barbosa, pudo colocar a varias personas en algunas áreas del gobierno estatal, lamentablemente para ella, por no ser una operadora, una líder, no supo fortalecer “su grupito”.
Es así como la pipitilla morenista, se empezó a vender, a prostituir, cuando inició el proceso electoral, acudieron a todos aquellos que podían “serles útiles a sus beneficios personales”, primero apoyaron a Vianey García, a quien le ofrecieron su estructura.
Posteriormente la pipitilla buscó el apoyo del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), y luego presumieron que ellos estaban fortaleciendo a los verdes, cuando era al revés.
Luego se vendieron con Martha Huerta, señalando que tenían un capital político; y finalmente, se prostituyeron con Noé Peñaloza. Pero sus jugadas, sólo los evidenciaron como mercenarios de la política.
Por ello, los verdaderos liderazgos del PT, o de Morena, ni el PVEM quieren tener acercamiento con la pipitilla, repito, Yadira no era la líder del grupo que le dio fuerza a Miguel Barbosa en San Martín Texmelucan, sólo fue la enlace, no fue la mente maquiavélica, la operadora y por ello han fracasado.
Por eso, lo único que les queda es “presumir”, venderse a través de las redes sociales, como un grupo “fuerte”… lo cierto, no representan al morenismo, ni a su familia.
