En San Martín Texmelucan, el proceso electoral se ha visto empañado por una guerra sucia que ha evolucionado con el tiempo. Antes, eran los panfletos impresos que amanecían regados en las calles los que distorsionaban la realidad y sembraban confusión. Ahora, esta práctica ha migrado a las redes sociales, donde las publicaciones falsas y las cuentas apócrifas proliferan, envenenando el ambiente electoral.
Lejos de contribuir a un proceso democrático limpio, estas acciones solo consiguen desmotivar al electorado. En lugar de estimular un debate informado y una participación ciudadana activa, están ahuyentando a los votantes. El temor y la desconfianza generados por las constantes mentiras y difamaciones tienen un efecto paralizante, y se prevé que esto resultará en una baja participación en las urnas el próximo domingo 2 de junio.
Como medio de comunicación, hacemos una autocrítica necesaria. No hemos hecho lo suficiente para desmentir las noticias falsas y mantener informada a la ciudadanía. Hemos fallado en nuestra responsabilidad de proporcionar información veraz y combatir la desinformación que se esparce como pólvora en tiempos electorales.
Es fundamental que reflexionemos sobre nuestro papel y nos comprometamos a ser vigilantes y veraces. Debemos trabajar incansablemente para ofrecer a nuestros lectores datos precisos y verificables, y denunciar las tácticas sucias que solo buscan manipular y engañar.
Invitamos a los ciudadanos a no dejarse llevar por el ruido y la confusión. Es crucial reflexionar sobre el voto y acudir a las urnas con una mente clara y una decisión bien informada. La democracia depende de la participación de todos, y cada voto cuenta para construir un futuro más justo y transparente.
No permitamos que las tácticas sucias triunfen. Es momento de defender nuestra democracia con la verdad y el compromiso cívico. Nos comprometemos a redoblar nuestros esfuerzos para mantenerlos informados y para que juntos podamos hacer frente a la desinformación y fortalecer nuestro proceso democrático.
