La tardanza tiene que ver con los procedimientos administrativos para solicitar el pago de seguros
El Sol de Puebla
Sería hasta el segundo semestre del año cuando se iniciarían las reparaciones de las piezas dañadas durante la profanación de la parroquia de San Martín Texmelucan, el motivo de la tardanza tiene que ver con los procedimientos administrativos para solicitar el pago de seguros, informó el delegado del INAH en Puebla, Manuel Villarruel Vázquez.
En entrevista con El Sol de Puebla, refirió que por el momento todavía se realiza la valoración de los daños, ya que las piezas afectadas fueron diversas y quizá no todas entren dentro del catálogo de las aseguradoras, por lo que se deberá recurrir al apoyo de otras instancias para la reparación.
“La aseguradora no siempre cubre todo, hay algunas consideraciones porque tenemos daños en mobiliario moderno y aunque son muy aparatosos y es de lo más notorio, probablemente la aseguradora tenga más dudas al respecto, pero hay otros que son muy claros y que sin lugar a duda los apoyan”, explicó.
Villarruel refirió que el INAH buscará apoyo con la diócesis e incluso el gobierno de Texmelucan para solventar las reparaciones de aquellos artículos que no estén asegurados, sin embargo primero deberá concluir el proceso de evaluación.
En este sentido, explicó que por el momento se estima que los daños ascienden a 3.5 millones de pesos, pero la evaluación sigue avanzando porque se deben determinar los costos exactos de reparación de cada pieza.
“Son restauradores del INAH los que hacen esa evaluación, por ejemplo, de si se rompió un óleo o una escultura de pasta de caña y después de eso se hace análisis de costos y ese presupuesto estimado es el que se gestiona”, detalló.
Sostuvo que una vez definiendo los gastos de reparación pasará otro mes para que la aseguradora entregue los recursos económicos destinados a la restauración, de tal forma que ésta podría comenzar en el segundo semestre del año e incluso en el primero del próximo, dependiendo de la disponibilidad de personal, porque en algunas piezas, “no cualquier restaurador puede intervenir”.
Fue el 17 de noviembre de 2021 cuando la parroquia de San Martín Obispo de Tours fue profanada por un hombre que se encontraba bajo los influjos de sustancias nocivas y se ocultó en el templo para realizar destrozos durante la madrugada.
De acuerdo con la Arquidiócesis de Puebla, fueron cinco imágenes sagradas y patrimonio espiritual de la comunidad las que resultaron dañadas, de entre las cuales destaca la del Santo Patrón.
