La venta ilegal de combustible ocurre a plena luz del día y ante la mirada de civiles y autoridades; el “huachicol” se ha convertido en un delito que atrapa a adolescentes en Puebla que buscan dinero fácil a cambio de su seguridad.
Azteca Puebla
Santa Rita Tlahuapan, Pue.- La venta de “huachicol” se ha mantenido como el negocio fácil pero ilegal. Sí, es una puerta falsa y mucho más falsa es la oportunidad de vida para adultos y jóvenes que exponen su vida en Puebla y en otras partes del país.
El equipo de Fuerza Informativa Azteca llevó a cabo un recorrido por un sector de la Autopista México-Puebla, de manera específica, a la altura de la localidad de Santa Rita Tlahuapan, en el municipio de Tlahuapan. Ahí, pudo documentar la presencia de líderes “huachicoleros” que operan a pie de carretera.
Ocurre a la vista de todos, de traileros, de automovilistasy de familias; de todas aquellas personas que buscan combustible barato, que más bien, es combustible robado y rebajado, de ahí su nombre: “huachicol”.
Pese a ser un delito cometido a simple vista, es claro que las autoridades se hacen de la vista gorda. Por ello el lema de los “huachicoleros” es: «¿miedo? únicamente a perder el puesto”.
La venta ilegal de combustible se lleva a cabo con toda calma en la periferia del municipio de Tlahuapan, en Puebla, donde se hacen llamar despachadores eficaces y otros más halcones. Solo necesitan una lona o una sábana para dar forma una especie de isla, tenderete o pequeño puesto. A ello hay que sumarle una o dos sillas para aguantar y sacar para la cuenta del día.
Un trailero fue entrevistado a una orilla de la Autopista México-Puebla y, por seguridad, solicitó dar su testimonio de manera anónima: “La venta de “huachicol” ocurre en varios tramos de la autopista, ya sabemos que es más barato: 400 o 500 varos (sic) lo que nos venden. Pero no le hacemos daño a nadie, solo lo compramos”.
¿Cómo operan los “huachicoleros” en Tlahuapan sobre la autopista?
La señal obvia de que se trata de un punto ilegal de venta son los bidones o botellas que sirven de embudo; además, utilizan mangueras que son fabricadas por los “huachicoleros”. Aunado a ello, colocan una franela con la que llaman la atención.
Se trata de puestos de abastecimiento de gasolina robada, es ahí donde despachan el “huachicol” a todas las unidades de carga; y lo hacen a la vista de cualquiera, de las propias autoridades que cruzan por este punto. Lo único que debe hacer la persona que elija comprar el combustible, es detenerse y atender la parada que estos delincuentes hacen por medio de una franela. Una vez abastecido el vehículo, continúan su camino por la Autopista México-Puebla.
Así de fácil es vender “huachicol”, un producto que ahora proviene de lo que es conocido como el “combustible de ruedas” o “el calientito»; es decir, el que es transportado en pipas.
Uno de los “huachicoleros” accedió a contestar un par de preguntas. Al igual que el conductor del tráiler, omitió dar su nombre: “Hay quien empieza a los 16 (años) en adelante. Por vender combustible gana entre 300 y 400 pesos al día”.
Cifras de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) revelan que tan solo en mayo de 2022, en Puebla detectaron 6 mil 56 tomas clandestinas de combustible; además, arrestaron a 217 personas por su presunta participación en actos de “huachicol»; ya sea ordeñando ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), transportando combustible robado o comerciando gasolina de manera ilegal.