*Alrededor de 3200 personas de Pantelhó, Chenalhó y Simojovel se encuentran desplazadas desde el 7 de julio por la violencia generalizada promovida por el crimen organizado desde estructuras de gobiernos locales y tolerada por el Gobierno federal.
Por Redacción Yessica Morales
Melel Xojobal A. C. ha monitoreado y documentado desde el pasado 09 de julio de 2021, la llegada de alrededor de 1200 personas desplazadas de Pantelhó a San Cristóbal de Las Casas, más de la mitad de esta población son niños, niñas y adolescentes, estas dos últimas con mayor presencia, y en menos medida los bebés de 0 a 6 meses.
La Asociación Civil dijo que las personas fueron movilizadas en camionetas hasta las inmediaciones del crucero de La Garita, donde viven niñas, niños y adolescentes entre 0 y 17 años en condiciones de vulnerabilidad en los diferentes albergues habilitados por iglesias, sociedad civil y gobierno estatal.
Estimó que más de tres mil personas han sido desplazadas de manera forzada del municipio de Pantelhó y se encuentran refugiadas en comunidades de municipios como Sitalá, Tila, San Juan Cancuc y Chenalhó.
Hemos documentado durante el monitoreo que familias, en su mayoría acompañadas por mujeres, aún buscan a sus familiares, están incomunicadas, no sabían donde se encontraba el resto de sus familias y si habían salido o no de Pantelhó, mencionó la Asociación.
Enfatizó que los espacios habilitados como albergues, recintos religiosos, asociaciones civiles y casas de familia solicitan apoyo con alimentos perecederos y no, pañales, formulas para bebés, ropa, cobijas, colchones, toallas sanitarias, leña, artículos de higiene personal y actividades de contención emocional para las niñas, niños y adolescentes -lúdicas, educativas y recreativas-.
Melel Xojobal añadió que, algunos espacios religiosos cuentan con la capacidad para albergar hasta 200 personas, pero por la contingencia de la pandemia, restringieron la capacidad por parte de las instituciones del Estado para evitar el contagio por Covid.
Presenció que algunas de las familias que se trasladaron a San Cristóbal cuentan con familiares y amistades que viven en la ciudad, situación que subsana la urgencia, pero no proporciona garantía de las y los afectados en sostener su manutención el tiempo que dure la resolución del conflicto en sus comunidades.
Presenciamos la omisión y retrasos por parte del Estado en atender de manera urgente a las desplazadas y desplazados, así como la falta de coordinación entre las instituciones para proteger y garantizar sus derechos, mencionó la Asociación.
Expuso que la situación de violencia en Pantelhó no es un caso aislado, sino parte de una larga serie de conflictos derivados de la presencia y operación de grupos criminales en la región que, con la aprobación del Estado insisten en tomar el control del territorio, dando pie a muertes, heridos, desaparecidos e inestabilidad social en las comunidades.
De marzo a al 16 de julio de 2021, han registrado 12 personas asesinadas por este tipo de violencia, una de ellas un niño.
Al mismo tiempo, según datos de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos A. C. (CMDPH), del 2006 al 2018 registraron en Chiapas más de 5 mil 035 personas indígenas desplazadas por conflictos internos, siendo uno de los estados más afectados del país.
Melel Xojobal junto a la Red por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia en Chiapas (REDIAS) y la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), repudiaron todas las situaciones de violencia generadas por el crimen organizado.
Agregaron que, la presencia paramilitar y de otras fuerzas criminales han expulsado y desestabilizado la comunicación de la región de los Altos de Chiapas, afectando de manera grave a mujeres embarazadas, personas adultas mayores, niñas, niños y adolescentes.
Nos preocupa la omisión e incapacidad del Estado para garantizar la seguridad y la vida de las y los pobladores y encontrar soluciones pacíficas ante la violencia generalizada en las comunidades; reiteramos que la militarización de los territorios no es la vía para resolver los conflictos, acentuó la Asociación.
Constató que las niñas, niños y adolescentes refugiados en los diferentes albergues en San Cristóbal presentan síntomas de angustia, miedo, insomnio ante los recuerdos de los sonidos de las bombas y balas, presentan malestares como: tos, molestia estomacal y constante preocupación sobre cuando regresaran a sus hogares.
Por ello, Melel Xojobal, REDIAS y REDIM demandaron a todos los niveles del Estado mexicano garantizar la seguridad física y psicológica de las niñas, niños y adolescentes desplazados y refugiado en los municipios mencionados.
Así como a cumplir con lo establecido en la Ley para la Atención de los desplazamientos Internos en el Estado de Chiapas y el marco jurídico internacional que rige su actuar para asegurar sus derechos a la alimentación, vivienda, salud, y la garantía del retorno seguro con familias a sus comunidades sin la presencia restrictiva de las fuerzas de seguridad.
Convocaron a las personas, organizaciones civiles y colectivos para avivar la solidaridad y el apoyo humanitario que requieren las familias desplazadas, a través de las diferentes plataformas de donativos y centros de acopio.
Grupo armado ataca municipio indígena
Personas con armas de grueso calibre y bombas agredieron la mañana del 07 de julio a habitantes de la cabecera municipal de Pantelhó, ubicado en Los Altos de Chiapas.
La agresión se dio tres días después del asesinado de Simón Pedro Pérez, expresidente de Las Abejas de Acteal, quien había denunciado el acoso que ejercen hacia las comunidades de este municipio, grupos criminales que trafican con armas, droga y personas.
De acuerdo con informes de pobladores, desde las 6 de la mañana, personas encapuchadas y armadas se posesionaron de los caminos que comunican a la cabecera municipal de Pantelhó, disparando y detonando explosivos.
Habitantes de este lugar enviaron audios pidiendo auxilio a las autoridades. En los mensajes se escuchan las ráfagas de metralletas y explosiones. Refirieron que no pueden salir de sus viviendas.
De manera extraoficial, autoridades locales señalaron que las agresiones de estos grupos se asentaron en la zona indígena de Los Altos de Chiapas desde hace varios años, se hacen llamar “Los Ciriles”, aunque se asumen como células del Cartel Jalisco Nueva Generación, y se dedican al tráfico de armas, droga y personas.