Ciudad de Mexico.- El 21 de junio de 2019, en Ginebra, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) adoptó el Convenio 190 (C190) sobre la violencia y el acoso en el mundo del trabajo. A cinco años de este histórico suceso, 12 países, incluidos Argentina, Ecuador, El Salvador, México, Panamá, Perú y Uruguay, han ratificado el C190, marcando un hito en la lucha contra los abusos de los derechos humanos laborales. Este convenio defiende a todas las personas en el ecosistema laboral, con especial atención a grupos sistemáticamente vulnerados como mujeres, población LGBTIQ+, trabajadoras del hogar y trabajadores de la economía informal.
Fernanda Araujo, líder del Área Jurídica y de Políticas Públicas de INTERSECTA, organización mexicana dedicada a la eliminación de la discriminación, subraya que el C190 busca crear entornos laborales libres de violencia para todas las personas: “Se encamina a proteger a las y los trabajadores en todas las etapas del mundo laboral. El C190 quiere que todas las personas experimenten un trabajo digno”, destaca Araujo.
INTERSECTA, como parte de la Iniciativa Arropa de Fundación Avina, ha trabajado incansablemente para implementar los principios del C190 en México. Araujo explica que es crucial despojarse de la idea de que el trabajo digno se limita a lo económico: “El trabajo debe ofrecernos más que solo dinero; debe ofrecernos espacios sin violencia donde las actividades que realicemos puedan disfrutarse”.
El Convenio 190 no solo subraya la necesidad de transformar los lugares de trabajo en territorios seguros y apacibles, sino que también destaca el trabajo como una actividad que debe promover el bienestar integral de las personas, incluyendo aspectos económicos, emocionales y psicológicos.
Sin embargo, Araujo señala que uno de los mayores retos para la implementación efectiva del convenio es la debilitada inspección laboral en México. «Hay grandes dificultades para ejecutar el convenio porque no hay suficientes personas inspectoras y tampoco una voluntad política para fortalecer la inspección.
Es uno de los retos más grandes”, comenta Araujo, quien actualmente investiga la relación entre las inspecciones laborales y la implementación del C190 en el sector indumentario mexicano, especialmente en seis estados prioritarios: Estado de México, Tlaxcala, Puebla, Jalisco, Guanajuato y la Ciudad de México.
La implementación del C190 en los países latinoamericanos requiere la adaptación de las legislaciones nacionales para abordar efectivamente la violencia laboral en sus diversas formas, desde el abuso físico hasta el acoso psicológico y sexual.
En una región donde el trabajo informal es prevalente y las minorías enfrentan exclusión y abuso sistemático, el convenio proporciona un marco robusto para la protección de los derechos laborales, promoviendo la igualdad de género y la no discriminación, aspectos cruciales para el desarrollo económico y social sostenible.
El trabajo conjunto entre especialistas, gobiernos, el sector privado y organizaciones de la sociedad civil es fundamental para consolidar los cambios propuestos por el C190. En México, la Iniciativa Arropa, en colaboración con organizaciones como INTERSECTA, La Red de Mujeres Sindicalista, el Centro de Reflexión y Acción Laboral, el Colectivo Raíz de Aguascalientes, la Colectiva de Mujeres Rosa Luxemburgo y el Comité Fronterizo de Obreros, ha sido un ejemplo de colaboración efectiva. Estas entidades realizan talleres, cursos, investigaciones, difusión y acompañamiento para informar y promover la implementación del C190.
Cinco años después de la adopción del C190, México se perfila como un líder en la región en la promoción de un trabajo digno y seguro, demostrando que el compromiso con la justicia laboral y la eliminación de la violencia en el trabajo es fundamental para la construcción de sociedades más justas e inclusivas en toda Latinoamérica.
