Las danzas de moros y cristianos y de la conquista son expresiones populares que siguen vigentes después de más de 400 años. Aunque han sufrido cambios a lo largo del tiempo, todavía son expresión viva del pueblo que las hizo suyas y forman parte sustancial de sus tradiciones.
En esencia, la danza de Moros y Cristianos consiste en una representación de teatro popular que complementa el ritual litúrgico de las celebraciones de reforzamiento de los lazos comunitarios, expresando el combate entre el bando de los héroes -los cristianos- y los enemigos -los moros- por la posesión de un bien colectivo, mediante acciones y parlamentos, aunque se puede prescindir de la palabra. Dentro de este esquema argumental mínimo tienen cabida variaciones sorprendentes, especialmente con los personajes.
En este caso, se encuentran las Cruzadas y los intentos por recuperar Jerusalem, o los enfrentamientos contra los moros que ocuparon más de la mitad sur de lo que hoy es España, cuando los reinos católicos tratan de reconquistar aquellas tierras que estaban en manos sarracenas. Otra vertiente son los cantares de gesta como la Chanson de Roland, que escenifica los combates entre moros y cristianos que culmina con el triunfo de Carlomagno.
Con la conquista de América y como una de las consecuencias de ella, estas danzas con sus variantes tendrán presencia en la Nueva España y en otras posesiones españolas, adaptándose según el lugar y las circunstancias. Es así como, además de las tradicionales danzas de moros y cristianos, se van a dar las danzas de la conquista, en las que los protagonistas serán los indígenas recién conquistados y sus personajes destacados (Moctezuma, Tecun Umán, Atahualpa, etc.), quienes combaten en contra de los cristianos (Hernán Cortés, Pedro de Alvarado y otros).
Los Moros y Cristianos de Hueyatzacoalco
Los trajes de los llamados moros varones es una túnica y capa de color purpura o tonos rojizos, con elementos cosidos en lentejuelas y chaquiras, donde representan a la virgen de Guadalupe, Santa Catarina, entre otros elementos católicos (como las cruces). Los rostros de los moros, en los varones son individuos barbados con coronas hechas de latón, adornados con espejos redondeados que representan al sol y en la parte del cenit de la corona, algunos llevan un recorte de media luna, símbolo de la cultura musulmana, y otros llevan cruces (los convertidos). Mientras que existen otros que ya no tienen esta corona sino sombreros texanos, parte de la idiosincrasia actual.
inician a danzar en el atrio de la iglesia, en donde ameniza una banda de músicos locales o regional. Las mujeres que participan de la danza, se visten de moros algunas con trajes de lentejuelas, color purpura o tonos rojos, ellas representan a las doncellas que acompañaran a la Santa. El sonido de los machetes no se hacen esperar en la danza, son guiados hasta la plaza o plazuela del pueblo.
En este lugar, ya se ve conformado el espacio, del lado este se encuentra una plataforma donde va estar la Santa y sus doncellas, junto con sus soldados convertidos al cristianismo. Mientras que, el lado sur estará la prisión en donde sera llevada y encarcelada a la Santa.
Los Moros no convertidos que están a favor del Rey (pagano) entran del lado norte de la plazuela. La danza inicia con un enfrentamiento entre musulmanes y cristianos, pero se ven desatados los males de la humanidad, representados por los apolines, quienes visten de túnicas coloridas y con rostros de máscaras, humanizados, personajes de caricaturas e incluso hay demonios.
La finalidad de los apolines es crear la atmósfera de que la maldad anda suelta, por lo que ellos hacen incluso bromas entre los moros y al público en general. Hay otros personajes que son los arcángeles vestidos de azul y por lo general representados por niños que a compaña a los moros cristianos.
La danza se puede dividir en cuatro momentos claves, el primero es que cuando el Rey no esta a gusto que su hija es católica y la lleva a la cárcel, donde ora y se convierte en Santa. El segundo, son los enfrentamientos constantes entre paganos y seguidores de la Santa. El tercero es la rendición de los moros paganos, quienes se les perdona la vida al convertirse en cristianos. El último momento es el de la alegría pues el bien vence al mal y son los apolines quienes abandonan el espacio del baile. Es ahí donde termina la danza. Al siguiente día los fiesteros junto con los danzantes realizan un procesión por todas las calles como parte de la bendición de la Santa al pueblo.
Cabe señalar que este tipo de danzas fueron usadas por los primeros evangelizadores como una herramienta para convertirlos al cristianismo.
Danza tradicional de los Moros: paganos contra cristianos. Versión que se realiza en Hueyatzacoalco
LAS DANZAS DE MOROS Y CRISTIANOS Y DE LA CONQUISTA EDUARDO MATOS MOCTEZUMA