Las autoridades de México han destruido cerca de una veintena de “narcotanques”, una muestra del poder económico y la evolución de los carteles en ese país.
InSight Crime
La Fiscalía General de la República (FGR) trituró un total de 23 vehículos blindados, presuntamente al servicio de organizaciones criminales, según un comunicado divulgado el 24 de julio. La demolición se realizó en instalaciones de la FGR de Reynosa, ciudad que se disputan carteles narco en el estado de Tamaulipas, en la frontera noreste de México.
Las fotografías divulgadas por las autoridades dejaban ver camionetas pickup adaptadas con placas blindadas, vidrios antibalas y torretas para ametralladoras, entre otros aditamentos de tipo militar. Estas camionetas se conocen popularmente como monstruos o narcotanques.
La Fiscalía General no mencionó los carteles a los que pertenecían los vehículos, pero los logos que se observaban en algunos de ellos tenían semejanza con el Cartel del Noreste (CDN), según la plataforma de noticias en línea Borderland Beat. Este cartel está supuestamente enfrentado a otros carteles de drogas en Tamaulipas.
Los 23 narcotanques representan solo una fracción de los 630 vehículos blindados confiscados por la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) desde comienzos de 2018 hasta la fecha, según información de Milenio. Tamaulipas representa más de una tercera parte de los decomisos; de 231 vehículos acorazados confiscados por las autoridades en ese estado, 42 se clasificaron como narcotanques.
En un comunicado oficial de julio de 2022, la Fiscalía General de Justicia del Estado de Tamaulipas (FGJ) afirmaba haber expropiado y destruido 257 automotores a los carteles desde 2019 a la fecha. De esos, 163 eran narcotanques.
No se encontró traslapamiento entre las cifras suministradas por la Sedena y la FGJ.
Los narcotanques aparecieron en México alrededor del 2010, cuando el Cartel del Golfo y los Zetas innovaron con el desarrollo de los vehículos modificados. Por lo general, se adaptaban las camionetas con blindaje total diseñado para soportar los ataques de otros carteles.
Los narcos usan talleres clandestinos para la adaptación de los automotores, en su mayoría camionetas y SUV como el Ford F-350, Dodge RAM y Chevrolet Tahoe. Además, los carteles blindan los automóviles con acero antibalas de fabricantes suecos, según informó Proceso.
Análisis de InSight Crime
El sorprendente número de narcotanques incautados por las autoridades mexicanas no solo demuestra el músculo financiero de los carteles del país, sino también la importancia de estos vehículos para infligir daño a grupos rivales.
El uso de camionetas modificadas como medio para controlar territorios estratégicos sigue siendo amplio, a pesar de que algunos de los grandes carteles están entrando en una era de producción de drogas sintéticas.
Estas drogas, como el fentanilo, pueden producirse en el centro de las grandes ciudades, pues requieren mucho menos espacio que la producción de marihuana, cuyo cultivo demanda cientos de hectáreas. Los carteles también fabrican metanfetaminas, otra droga sintética apta para la producción en laboratorios urbanos.
Sin embargo, el despacho de estas sustancias, especialmente la cocaína, fuera de México requiere el control de corredores de droga ferozmente disputados en todo el país. Aquí los narcotanques son invaluables para imponerse sobre la competencia y salvaguardar estos territorios.
Los vehículos blindados se encuentran por lo general en zonas azotadas por la violencia de los carteles. Tamaulipas y el estado de Michoacán, al oeste, están en el centro de una feroz disputa entre múltiples carteles, y se situaron como primero y segundo, respectivamente, en los decomisos de narcotanques, anotó Milenio.
En dichos estados, las alianzas cambiantes y la fragmentación de los carteles de drogas han desencadenado una espiral de violencia que, además de los narcotanques, ha evolucionado al uso de lanzagranadas y drones con capacidad de arrojar explosivos en esos campos de batalla.