César Duarte, desacreditado exgobernador de Chihuahua, podría abordar un vuelo para su país en poco tiempo. Una jueza estadounidense aprobó su extradición a México para que enfrente cargos de conspiración y malversación de fondos públicos —un caso que da cuenta del uso de la industria ganadera del país para el blanqueo de capitales—.
La jueza federal Lauren Luis dictaminó que hay “causa probable para creer” que Duarte, exgobernador del estado de Chihuahua, “cometió los delitos imputados en la denuncia de extradición”, según la orden presentada el 8 de noviembre.
Duarte está acusado de malversar, entre 2011 y 2014, más de 96 millones de pesos mexicanos (unos US$5 millones) de fondos públicos mediante una extensa red de corrupción que buscaba “desviar dineros públicos hacia empresas directamente vinculadas a él”, según los cargos que las autoridades mexicanas presentaron en su contra en 2019.
Entre las entidades que Duarte presuntamente utilizó para blanquear activos se encuentra la oficina de un importante sindicato de ganaderos en el norte de Chihuahua, del cual fue accionista y presidente de la junta.
La jueza señala por escrito que la evidencia aportada por el gobierno, que incluye la declaración de testigos y registros gubernamentales y bancarios, es “suficiente […] para sustentar las acusaciones en [su] contra”.
El Cuerpo de Alguaciles de Estados Unidos arrestó al exgobernador en julio de 2020 en Miami. Las autoridades estadounidenses señalan que César Duarte, quien ejerció el cargo entre 2010 y 2016, “huyó de México después de ser acusado de fraude y corrupción, y permaneció prófugo durante más de tres años hasta que fue arrestado”.
Duarte no será extraditado de inmediato, pues es casi seguro que él y su equipo legal impugnarán el fallo. Por el momento, continúa preso en el estado de Florida.
Análisis de InSight Crime
El caso de malversación de fondos contra Duarte permite observar que los sindicatos ganaderos locales de México, y la industria ganadera en general, son explotados para lavar fondos ilícitos.
En el caso de Duarte, “el dinero del tesoro nacional transferido al sindicato […] no se utilizó de manera adecuada. Por el contrario, según un experto en finanzas forenses, ese dinero terminó en cuentas bancarias o fiduciarias, así como en propiedades y compañías que beneficiaban principalmente a Duarte, a sus familiares y socios”, como se lee en los documentos judiciales.
Se sospecha que Duarte utilizó el sindicato de ganaderos de diversas maneras para lavar fondos robados, por ejemplo, mediante la compra de ganado. En un caso, Duarte presuntamente adquirió 2.600 cabezas de ganado que se encontraban en las instalaciones del sindicato, unas 1.500 de las cuales “desaparecieron de manera inexplicable”, según un informe de Milenio.
Además, César Duarte supuestamente le pagó al sindicato casi US$3 millones por la compra de 116 piezas de equipo de ganadería no especificadas, aunque los fiscales sostienen que no hubo ninguna documentación que respaldara que esas compras en efecto se realizaron. La mayor parte de una transferencia multimillonaria supuestamente hecha para comprar avena, frijoles y maíz para productores de ganado fue “utilizada para pagar los impuestos de Duarte del año 2014”, según sostienen los fiscales.
Los sindicatos locales son susceptibles al lavado de dinero por varios factores. Una de las principales razones tiene que ver con la gran cantidad de transacciones informales en efectivo que se realizan para la compra y venta de ganado, algo que InSight Crime confirmó durante un reciente trabajo de campo en el sur de México.
Pero el exgobernador no es el único que ve oportunidades de lavado de dinero en la industria ganadera de México. La familia de José Antonio Yépez, alias “El Marro”, excabecilla del Cartel de Santa Rosa de Lima que actualmente se encuentra en prisión, presuntamente lavó ganancias ilícitas, obtenidas del robo de combustible, mediante la compra de ganado.
El hermano de El Marro, Rodolfo Juan Yépez Ortiz, presuntamente transfirió 400.000 pesos mexicanos (alrededor de US$20.000) a una empresa supuestamente fundada junto con Duarte y perteneciente a uno de sus sobrinos, según informes de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de México.
El uso del ganado como un medio eficiente para lavar dinero no es exclusivo de México; hay grupos criminales como Los Cachiros y los Valle Valle en Honduras, y los clanes Mendoza y Lorenzana en Guatemala, que también han recurrido a este mecanismo.