Una brigada de tomó de muestras de sangre y datos personales de familiares de personas desaparecidas, convocada por la SEBOG y la CNB
La Jornada
Karla busca a su padre, Ernesto Vázquez, desde hace casi cuatro años, cuando desapareció en una comunidad del estado de Puebla, donde las autoridades no han avanzado en este tiempo con algún indicio de su localización; además, se negaron a tomarle su declaración por no haber estado presente en la localidad al momento de la desaparición.
Tras enterarse de último momento de la brigada de toma de muestras de sangre y datos personales de familiares de personas desaparecidas, convocada por la Secretaría de Gobernación y la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), Karla fue de las últimas en llegar a las oficinas de la dependencia en la colonia Juárez, antes de concluir este proceso ayer por la tarde.
Relató que su padre desapareció en 2018 en Huejotzingo, donde había ido a trabajar, mientras ella labora como cuidadora en la Ciudad de México. Una tarde le habló su hermana y le informó que Ernesto tenía días sin llegar a dormir.
Sólo conocen que salió con un vecino a recoger leña y no volvió. Al interrogarlo ese día, únicamente le señaló que fueron a una cabaña donde venden cerveza, y no conoce adónde se fue. “Nadie sabe nada, el muchacho sólo se refiere a él (su padre) como ‘el señor era… era don Ernesto’, como si hubiera muerto”.
Por una parte, dijo, no ve avances en las indagatorias de autoridades municipales, mientras al acudir con las autoridades del estado “nadie nos quiere tomar una declaración porque dicen que ya hay un acta (municipal) y que no puede haber dos por el mismo caso”.
Ayer se “escapó” de su trabajo para asistir a la toma de muestras con la esperanza de que este proceso ayude a localizarlo. Visiblemente afectada, recalca que desea saber dónde se encuentra, con o sin vida.
En la sede de la CNB Aurelia Pinto Hernández y Valentín Alonso Hernández, también se presentaron para contar con más herramientas que les permitan localizar a su hijo, Carlos Alonso Pinto, quien desapareció el 5 de agosto de 2020.
Carlos estaba “tratando de conquistar a una chica”, a quien fue a dejar a su casa a Los Reyes, estado de México. “Las autoridades (de Nezahualcóyotl) nos dicen que están trabajando, que lo están buscando, pero no se logra nada”. No es la primera vez que entregan muestras genéticas, lo hicieron una vez en Texcoco, pero confían en que ahora haya un mejor resultado. No pierden la fe en que lo hallarán con vida.
Las muestras recabadas desde el pasado lunes serán enviadas al Centro Regional de Identificación Humana, en Coahuila, y posteriormente serán remitidas al lugar donde se defina la sede del Centro Nacional de Identificación Humana, ya aprobado por el Congreso, donde se vincularán las bases de datos de todo el país.